La ira se apodera de mi ser cuando me entero de la noticia de tu infidelidad. Tal vez no sea tan viril como hace diez años, sin embargo siento que mi amor hacía ti crece cada día más. Como es posible que tras tanto tiempo juntos, tomes esa decisión de andar bajo los brazos de otro hombre. Me niego a ser la burla y escarnio de quienes nos rodean, así que terminaré ambas nuestras vidas y que nuestro amor en el más allá se desborde. Pobre de nuestro niño, que según tú pronto llamará a otro papá, prefiero que su vida termine junto a la nuestra antes de que vea en carne propia tu infidelidad. Con estas palabras me despido, ya al fruto de nuestro amor le veo su sangre coagular. Aunque llegues tarde de tu trabajo, hoy no salgo a beber al colmado, aquí fielmente voy a esperar.
Con estas tristes letras el autor del macabro incidente testifica los hechos. Hoy tres almas descansan en guerra, todo por no ser burla del vecindario, quienes ninguno les pagó la renta al sicario y de estar en la calle no le ofrecieran su techo.Etiquetas: asesinato de niños, cuento breve sobre infidelidad, infidelidad matrimonial, microficcion, microrrelatos, minicuentos